Dicen de mí que soy alegre, insistente, generosa y un poquito bruja. ¡Y estoy de acuerdo! Me encanta hacer yoga y pasear por la naturaleza. ¡Cuánto más salvaje, más me gusta! También me encanta disfrutar de las cosas pequeñas como el olor a tierra mojada o hacer un buen pan.

He experimentado muy de cerca lo difícil que puede llegar a ser una gran enfermedad, un divorcio, la dependencia, el ser muy sensible, el sentirme incapaz, el miedo y la incertidumbre a dejar un trabajo de más de 20 años y el no encontrar el sentido a mi vida tal como la vivía.

Destacaría de mí la conexión con la naturaleza y los animales, el valor que doy a una comunicación respetuosa y empática, lo agradecida que me siento por cada día de mi vida y la felicidad que me produce crear espacios mágicos, donde poder contribuir al bienestar de otras personas.